EMPRENDEFE
EmprendeFe es un programa de la Fundación CRISFE, que busca
Emprendimiento y pandemia en Ecuador
Emprender es definido por la RAE como: acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro.
El emprendimiento en Ecuador es conocido por tener una de las tasas más altas en Latinoamérica en cuanto a intencionalidad para emprender se trata, está por encima de Colombia y Brasil y solo Chile le supera, esto según el estudio publicado por GEM en el 2020. En el estudio se muestra una intención para emprender dentro de 3 años o menos por parte del 53% de la población encuestada, mientras que un 36,2% logró iniciar un negocio, pero no superó los 3 meses de operatividad.
Aquí surgen varias preguntas, tanto en torno a la situación sanitaria actual del país como hasta antes de esta, ¿debido a qué factores los emprendimientos paran operaciones, cómo afectó la pandemia a los emprendimientos ya establecidos en el 2019, se dio paso a la creación de nuevos emprendimientos durante el 2020 y qué características tenían estos?
Por otra parte y tomando en cuenta el factor legal, no fue sino hasta febrero del 2020 que se aprobó la Ley Orgánica de Emprendimiento e Innovación, misma que mantiene fundamentos claros sobre el apoyo a emprendedores mediante el desarrollo e implementación de políticas que incentiven el emprendimiento e innovación en la sociedad ecuatoriana. Partir de los beneficios que esta ley otorga a los emprendedores actuales y a los nacientes, va a permitir entender la situación actual del emprendimiento en el país y visibilizar cómo esta normativa ha aportado en el campo del emprendimiento.
Al ser la escasez de empleo la principal causa que motiva a las personas a emprender, podría entenderse que la cifra de desempleo estaría disminuyendo gracias a los emprendimientos establecidos, pero este no fue el caso de Ecuador en el 2020, además de que el cierre de emprendimientos aumentó, según las cifras del INEC el desempleo también.
Según el reporte del GEM, el cierre de emprendimientos en el 2019 alcanzó el 9,23% (entre cierre definitivo y cierre temporal), mientras que en el 2020 esta cifra casi se triplica, pues llegó al 24,6%. En el mismo reporte del GEM, se destacan los principales motivos de cierre en el 2019, el 32,7% cerró por problemas familiares, el 25,2% por falta de rentabilidad y el 16,6% lo hizo por falta de financiamiento. En el 2020 la razón principal para el cierre de emprendimientos fue la pandemia.
Lo cierto y evidente es que el aumento de los negocios informales fue mucho mayor que en el 2019, como lo indica primicias.ec en su nota con base en cifras del INEC, para septiembre 2020 el 48,6% de personas con empleo se encuentra en el sector informal. Es decir, que 5 de cada 10 personas con un empleo adecuado o inadecuado trabajan en “empresas que no están constituidas en sociedad”.
De acuerdo con el estudio del GEM, muchos de los emprendedores que
no cerraron sus negocios tomaron medidas en respuesta a la situación del COVID-19:
*Los porcentajes/resultados no son excluyentes.
Aumentar esfuerzos en marketing
Ofrecer nuevos servicios/productos
Implementar ventas online
Implementar el teletrabajo
Como ya se mostró anteriormente, la pandemia provocó cierres de emprendimientos ya establecidos y si nos referimos a emprender durante una crisis sanitaria mundial, no podemos negar que es un tema que implica alto riesgo de fracaso. Este salto al vacío requiere en muchos casos cambios en el modelo de negocio actual, en otros significa adaptación a las necesidades actuales para que el emprendimiento llegue a tener éxito a mediano y largo plazo.
En este apartado se detallan las entrevistas realizadas a emprendedores nacientes durante la pandemia en el país. Estos emprendedores nos contaron un poco sobre su experiencia antes y durante el proceso de emprendimiento, razones por las que se vieron obligados a emprender, dificultades que se les presentaron y características de sus negocios.
Para los emprendedores de AR SoluTec, actualmente no se cuenta con un sistema económico justo, a pesar de que la Ley de Emprendimiento e Innovación lo estableció desde febrero del 2020.
Señalan que Ecuador es visto como uno de los países con más espíritu emprendedor, pero a la vez también es uno de los que más fracasan al momento de emprender. Este fracaso, indican, se debe a todos los permisos y trámites legales que se deben seguir, además el no conocer instituciones que apoyen y guíen a emprendedores también es una traba durante el proceso.
Para Anabel Prado, emprendedora de Lila en su salsa, el quedarse sin trabajo a raíz de la pandemia, fue una oportunidad perfecta para emprender en algo que le llamaba la atención desde hace mucho tiempo, y a pesar de que la cocina no es su fuerte decidió abrirse camino en el mundo de la gastronomía. Siempre buscó algo fuera de lo común, es por esto empezó a jugar con los sabores, especias y frutas dando un giro total a lo antes conocido.
Este emprendimiento ha ayudado a unir a su familia, gracias a la colaboración de su madre y sus hijos, quienes ayudan con las redes sociales, entregas y pedidos. A pesar de que en un inicio todos tenían dudas sobre el éxito de este negocio familiar, hoy Anabel comenta con alegría anécdotas y gustos de sus clientes.
El mensaje que Anabel nos deja en esta entrevista es que debemos perder el miedo a realizar nuevas cosas, habrá muchos errores y equivocaciones para aprender pero nunca dejarse vencer ni perder la fe.
Como ya se ha expresado, sacar a flote un emprendimiento no es nada fácil y se dificultó aún más con la llegada del COVID-19 al mundo, si bien es cierto, existieron muchos emprendimientos antes del 2019 que no lograron sobrepasar los 3 meses, esta situación empeoró incluso desestabilizando emprendimientos ya consolidados.
Según el estudio Los Ecosistemas de Emprendimiento de América Latina y el Caribe Frente al COVID-19, un 80% de emprendedores se vieron afectados por la crisis sanitaria y al no poder solucionar su situación económica y sustentar su funcionamiento, cerraron sus negocios.
A esto se suman algunas otras causas que afrontan los emprendedores en medio de la crisis sanitaria que no les permite la estabilidad deseada, entre los principales que se mencionan en el estudio anteriormente mencionado están la falta de los servicios necesarios para actuar con regularidad mediante la emergencia, además que la incertidumbre sobre el futuro del negocio tanto de dirigentes y empleados afecta de manera caótica el estado de ánimo de las personas.
A pesar de la existencia de organizaciones que intentan dar ayuda y sustento a los emprendedores, las apreciaciones que tienen las personas sobre las respuestas de estas son desalentadoras, un 44% menciona que los ecosistemas de emprendimiento de América Latina y el Caribe es lenta e ineficiente y un 29 % ha dicho que es inexistente, un 9% dice que es ágil, pero insuficiente y solo un 4% se encuentra satisfechos con la ayuda recibida calificándola como ágil y apropiada.
En Ecuador el 47% de los emprendedores que buscaron ayuda en diferentes organizaciones han declarado que no existió una respuesta oportuna y apropiada para la solución de sus problemas según los datos publicados en IDB. De igual forma, Ecuador es uno de los ecosistemas cuyas organizaciones indican mayores impactos financieros y dificultades para enfrentar la crisis.
El emprendimiento en Ecuador presenta características similares a las de otros países en Latinoamérica, pues a nivel regional el desempleo termina siendo el principal motivo por el que las personas se ven en la necesidad de emprender. Lo mismo pasa si nos referimos a los vendedores o comerciantes informales, que por falta de empleo deben iniciar un pequeño negocio, muchas veces en las calles o desde sus hogares.
Durante la pandemia que inició en 2020, el panorama del emprendimiento dio un giro radical, empujando a los emprendedores a tomar decisiones en medio de una crisis. Si bien muchas de las iniciativas y emprendimientos innovaron y aceleraron su traslado al mundo digital, con la llegada del COVID-19, un número significativo de iniciativas no pudieron adaptarse al nuevo contexto. Los servicios vinculados a las áreas de marketing digital, telemonitoreo en salud, elaboración y distribución de alimentos y medicinas aumentaron de forma significativa su presencia. El número de colaboradores relacionados con estas actividades económicas también se incrementó, sobre todo de forma informal.
La crisis económica a causa de la pandemia ha golpeado a todos los sectores de la sociedad, tanto en Ecuador como en Latinoamérica; lamentablemente las organizaciones de apoyo para los emprendedores han tardado en dar respuesta y auxilio a sus demandas, por lo que muchos emprendimientos se han visto en la necesidad de cerrar puertas o cambiar su modelo de negocio para adaptarse a los requerimientos actuales. Es necesario trabajar en un sistema que atienda eficazmente las necesidades de la emergencia para que estos pequeños negocios fortalezcan su economía y se integren a un sistema justo y con oportunidades, en el que la falta de empleo no sea un motivo para emprender, sino más bien en cambiar esta razón por una que involucre un cambio significativo en la sociedad de forma positiva.
El Emprendedor ecuatoriano no necesita fracasar para aprender, el Internet nos permite avanzar en un proceso de emprendimiento ordenado.
Esta guía de consulta para el emprendimiento exitoso parte de la premisa de «Aprender antes de Emprender», para así disminuir los riesgos de fracaso.
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